Excursión a Navacerrada, el puerto de cotos.
¡Hola familias virtuales!
Hoy os traigo un post muy blanco, blanco como la nieve, que de eso se trata, de nieve.
Ayer no hubo cole en Madrid capital, pero aunque el «cole» de Víctor, El Árbol de Ayelén, está en Torres de la Alameda, al ser tan especial se ha decidido quedar para ir a Navacerrada, exactamente al Puerto de Cotos, todos juntos: peques, madres y «profes». Nos queda a una hora y media de casa pero merece la pena pegarse el madrugón para prepararlo todo: provisiones, equipamiento para la nieve…, ya que se trata de estar la mar de bien por allí y no pasar ni frío ni por el gusanillo del hambre.
Aunque llegamos exactamente a las 10:30, mientras bajé a los peques que en este caso eran tres, dos míos y Xoel, un compi de Víctor con quien se lleva genial, y que insistió en venirse con nosotros para ir cantando y hablando de sus cosas en el camino, hasta las 11 no empezamos a tocar la nieve.
Las caras de ellos al bajar del coche ya era todo asombro, sobre todo la cara de Víctor, era la primera vez que veía tanta nieve junta y en grandísimas cantidades: subía, bajaba, gritaba, reía…; yo le veía y ya estaba disfrutando, sin embargo, Arturo, no estaba igual, la semana pasada le pusieron la vacuna de la varicela y estaba inquietito, dos noches antes estuvo con fiebre. Pero bueno, después se fue animando al ver a su hermano y amigos pasárselo tan bien, a su ritmo…
Llegamos al punto donde decidimos montar «el campamento base» (genial el sitio); dejaron las mochilas en un lado y ¡mooontaaaaña arriba! del tirón. Mirad que sitio tan bonito…
No me digáis que no es chulo, esta zona es para niños sin lugar a dudas, sin peligro ninguno. Tiene esa pista y otra justo enfrente (la de la valla) yo estoy fuera echando la foto. La otra pista vale para esquís (principiantes) o para llevar un trineo, o bueno, simplemente para dar un paseo. Yo por mi parte andaba por ahí con Arturo, curioso de lo blanco y frío que estaba todo. Víctor no salía de la rampa y de tirarse una y otra vez con los trineos que compartían por turnos con sus compis.
Por si no fuera poco, encima encontré una super cafeteria – restaurante detrás de las pistas: ¿que más se puede pedir?; pues una temperatura tan buena como la que hizo, desde luego más allá de eso no se puede pedir más.
Esta es la pista de la que os he comentado y la casa, cafetería-restaurante (la más grande)
Excursión Navacerrada
Aquí se le ve bien el golpe que se llevó el otro dia en la frente, ya está con costra, le ha cicatrizado muy rápido (menos mal). Si queréis saber más de esta experiencia, aquí os dejo el enlace de la entrada que hice: Golpe en la Cabeza. ¡Vamos! que el pobre bastante bien lo ha llevado ayer por la mañana con todo lo que llevaba de atrás…
Y para cerrar porque serían muchas fotos os dejo el final de Arturo…
Volvería a madrugar mil veces más por verlos disfrutar como disfrutaron ayer en la mañana.
¡Felices días helados!
PD: Toda la equipación que llevamos es de DECATHLON
Excursión Navacerrada
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