Maternidad

El prepucio del bebé y sus cuidados

Cómo muchas ya saben ya hay muchas dudas en este tema.

Siempre hay consejos contradictorios y aunque son bien intencionados, casi siempre no son certeros.

Hay quienes dicen: -háganle “ejercicios” el pene del niño, otros dicen: “no, háganle la circuncisión, eso es lo mejor” y siempre hay el tercero en discordia que dice: “yo sé que al hijo de un primo le hicieron la debridación bálano prepucial y quedó muy bien”.

¿QUÉ HACER?

Miren, tanto la Confederación Nacional de Pediatras de México como la Academia Americana de Pediatría recomiendan NO HACER NADA de lo anterior que acabo de mencionar, mientras el niño que acaba de nacer esté orinado bien.

Cuando un niño nace, su pene está protegido por una doble cubierta de piel. A esto se le llama prepucio, el cual se debe dejar sin tocar. Si el niño orina bien, el prepucio se debe dejar. Ni circuncisión, ni ejercicio. Así de fácil. Así de sencillo. Así se nace, por algo se nace así.

¿A QUÉ SE DEBE ESTO?

Cuando el niño nace, el “cuerito está pegado a la cabeza del pene, que se llama glande, como la cáscara de un plátano verde y NO se puede despegar, y si se intenta despegar se va a desgarrar, como la cáscara del plátano verde, (qué comparación ¿verdad?, pero muy real). Poco a poco el prepucio se irá despegando en forma natural. Y se podrá ir retrayendo, conforme vaya madurando. ¿Pero, qué es la retracción del prepucio? La retracción del prepucio ocurre cuando éste ya se puede hacer hacia atrás, hacia la pancita del bebé. Este proceso debe ocurrir en forma natural, NO CON EJERCICIOS, NO CON CIRUGÍAS.

¿CUANDO OCURRE?

Eso es diferente para cada niño. Puede tardar algunos días, o varias semanas, o varios meses, o hasta años para que ocurra, sin embargo, NO HAY PRISA. Esto es lo normal y la mayoría de los niños lo tendrán ya retraído en la mayoría de edad. Lo que debe quedar claro es que la retracción del prepucio NUNCA, así con mayúsculas, nunca se debe forzar, ya que sólo se conseguirá dañar la piel que dolerá, sangrará, cicatrizará y perderá su elasticidad. Así como nunca deberemos de tratar de pelar un plátano muy verde a empujones hacia atrás porque lo vamos a desgarrar.

¿REQUIERE EL PREPUCIO DE SU HIJO UNA LIMPIEZA ESPECIAL?

La respuesta definitiva es no. Es decir, no es necesario tratar de meter dentro del orificio que deja la piel un palillo de dientes o una gasa o algo similar. No. Lávalo con agua y jabón por todas partes como podría lavar un dedo, hasta donde NATURALMENTE dé de sí la piel retrayéndola hacia atrás, sin bajar. El pene de su bebé es, fácil de mantener limpio. Más fácil que los genitales de las niñas.

Es importante que observe como orina su hijo. Vea que el calibre del chorro de la orina sea suficientemente grueso, que no le duela al orinar, que sea fluido, que no se corte, que no orine a chorritos, o a gotas entrecortadas, o como en episodios, o con dificultad, o como que se le infla un globo; si alguna cosa de estas sucede, entonces consulte a su pediatra, consulte a su médico.

Puede ser que el prepucio, es decir la piel, esté muy estrecha y esté tapando la salida de la orina y si necesite que se abra un espacio suficiente para que esta pase en cantidad suficiente.

De igual manera usted debe llevar a su hijo a revisión, si en cualquier parte del pene de su bebé le nota un enrojecimiento que no ceda rápidamente con la pomadita contra rozaduras, ya que puede ser una infección por hongo o bacteria y necesitar un tratamiento especial que sólo su médico puede indicar.

Una vez que la piel que recubre la cabeza del pene ya se retrae, entonces sí, todos los días, al bañarse se debe bajar suavemente y asearse con agua y jabón en forma normal.

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